No sé por qué nos gusta tanto a los españoles pedir palabras prestadas cuando tenemos un vocabulario rico, de los mejor provistos, que se basta por sí mismo.
Las palabras que no tienen equivalente en español (neologismos) podrían ser bienvenidas .
Pero ¿por qué nos acostumbramos a decir hobby, thriller, parking, footing, bistec, sándwich, casting, outlet, lunch, bacon…cuando podemos decir pasatiempo, película de terror, estacionamiento, correr, filete, emparedado, pruebas de selección, saldo, almuerzo, y tocino de toda la vida?
Muchas veces son los periodistas los que nos atiborran con estos anglicismos no porque no se pueda traducir un término sino porque piensan que quedan más en la onda (ellos dirían cool).
Y no digamos en informática. El uso que se hace del español es preocupante. Debemos hacer un esfuerzo por buscar la mejor traducción.
En el caso de la ciencia y la tecnología parece que respetar la forma original de un vocablo facilitaría el entendimiento entre los científicos de diferentes lenguas.
Pero digo yo que para eso se aconseja aprender inglés ya que es el idioma del país que ha ido a la cabeza de la investigación y es más útil a la hora de encontrar información o intercambiarla.
Pero si estamos entre españoles hablemos español.
Este relato que corre por los correos electrónicos, me niego a decir e-mail, saca punta con mucho sentido del humor a nuestra situación:
El detenido, según los testigos, habría provocado diversas escenas de terror lingüístico entre sus compañeros. Los problemas comenzaron en abril, cuando Gómez Pérez llegó a la empresa e insistió en poner Jefe de producto en su tarjeta de visita, en lugar del 'Product Manager' que aparecía en las de sus compañeros.
«Desde el primer día nos extrañó su actitud», comentó Francisco de Borja Acebo-Guindaleda y Álvarez de Las Asturias , Account Manager (director de cuentas) de PGAC, pero nunca creímos que fuera a reaccionar con la violencia verbal con que se despachó después».
Un mes más tarde, durante la presentación del catálogo comercial, Gómez Pérez proyectó sobre una pantalla varias láminas que mostraban rótulos escritos en un perfecto castellano, mientras comentaba en voz alta los gráficos y cifras de la empresa en un discurso totalmente desprovisto de anglicismos.
Ante los ojos de sus compañeros -«horrorizados», según su propio testimonio- desfilaron varias decenas de frases escritas en la lengua de Cervantes sin que el consultor mostrara ningún pudor o vergüenza por lo que estaba haciendo. «El catálogo de la empresa había sido traducido y, por lo tanto, manipulado», aseguró el Managing Director (director general), Juan Jacobo O´Callaghan García-Carrizosa de Fontejudo: «Este sujeto había sustituido todos los 'markets', 'targets', 'inputs', 'slides' y 'sponsors'... por mercados, objetivos, entradas, diapositivas y patrocinadores y otros varios que fueron apareciendo.
«El resultado fue que no entendíamos nada de la presentación, provocando el desconcierto general». Además, y según consta en la denuncia, el detenido habría cambiado las palabras 'outsourcing', 'finances' y 'transactions' por subcontratas, finanzas y transacciones. «Y se había quedado tan ancho; hasta ahí podríamos llegar», comentó indignado el responsable de PGC.
Gómez Pérez no pudo terminar su presentación, pues fue reducido por dos compañeros de la empresa -el Phone&Door Manager (recepcionista) y el Security Surveillance Officer (vigilante jurado)- y maniatado hasta la llegada de la policía municipal, que puso al consultor a disposición judicial. «Lo ha hecho para provocar»,
comentaba ayer Ramón María Antúnez de Biedma y Fernández-Malvarrosa, consultor de PGC, refiriéndose a la actitud de Gómez Pérez.
« ¿Quién se cree que es?, ¿un Vicepresident (subdirector)? No se puede ser tan hortera.», concluyó el Manager's Ball (pelota del director). Debe tratarse de un morning-singer de three to the quarter.
Ja Ja de three to the quarter.