DE VUELTA




Un despiste en el que todavía no había caído era echar pimienta en el café. Pues esta mañana lo he conseguido. Recién llegada a los Madriles, me encuentro intentando acertar hacia donde llevo la mano cuando quiero algo porque mi memoria automática me lleva donde tenía las cosas hasta ayer. Buscando sacarina he confundido el sobrecito de papel y con sorpresa he visto caer sacarina negra. ¡Y menos mal que la he visto! Que si no me la tomo.

Durante el mes de septiembre no he tenido vacaciones, de hecho ha sido el mes más ajetreado. Algunos días en Madrid, con los preparativos del nuevo curso, y los demás en el lugar de La Mancha donde creí que me había ya preocupado todo lo posible pasando por varias vicisitudes, pero no, llega octubre y entonces tengo que preocuparme por el tema “crisis”. ¡Horror!

Como me he echo devota de la Virgen del Perpetuo Socorro, porque seguro que gracias a su intercesión se solucionó un problema en septiembre, pues ahora me voy a poner bajo su manto para aguantar el chaparrón.
Hay que ver que eficaz fue y que poder tiene (es que es la madre del jefe, como dice un amigo blogero).

Uno de los objetivos que se persiguen cuando se pasa una temporada fuera es descansar psicológicamente del sitio de donde te vas. Pues objetivo cumplido. Aunque no todo el tiempo fuera de descanso, volver a casa resulta muy agradable después de este tiempo.

Bueno, no creáis, que también he podido disfrutar. Por ejemplo de una inmensa playa maravillosa que permanece en mi memoria como el mejor de los sitios. Y la verdad es que también cuando el trabajo es como un reto y una prueba se encuentra satisfacción.

La vida está llena de contratiempos, cuando menos. También cuando te las esperas felices de vacaciones. Y hay que asumirlo sin pensar que vamos a ser felices solo con la ausencia de problemas. Todos tenemos dificultades pero podemos elegir poner la mente en lo que permanece, en lo importante, y sentirnos bien. Para mí lo único que permanece es la caridad. Lo de bueno que hayamos podido hacer en nuestras relaciones con los demás. Ahí tenemos un tesoro. Y algunas veces no nos acordamos.



SOBRE LA INFLACIÓN: